viernes, 25 de noviembre de 2011

PORTAL 5 TE DA LA BIENVENIDA

                        

ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA

INICIOS DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA
Su inicio como ciencia está asociado con los orígenes mismos de la Psicología, siendo la rama que ha servido de prototipo a toda la ciencia desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando Wilhelm Wundt funda el primer Laboratorio de Psicología en Leipzig, Alemania, en el año 1879. La mayor parte de la investigación se centra en los procesos de sensación y percepción de los individuos, para encontrar evidencia consistente acerca de los problemas de la conducta humana.
Lightner Witmer, discípulo de Wilhelm Wundt y cabeza del departamento de psicología de la Universidad de Pensilvania, utilizó el término "Psicología Clínica" por primera vez en 1907 para describir la práctica que había realizado durante diez años en una clínica para niños establecida en 1896 en la Universidad de Pensilvania. Incentivó el estudio de individuos por observación y experimentación, con la intención de promover cambios. También fundó la primera revista de psicología clínica, "Psychological Clinic". El llamado de Witmer para el involucramiento de los psicólogos en clínica fue de lenta aceptación, pero había veintiséis más clínicas psicoeducativas sólo en los Estados Unidos para 1914. Mientras Witmer se enfocó en niñas y niños con atrasos intelectuales y déficits, otras clínicas surgieron con un enfoque en malestares emocionales, y la psicología se estaba desarrollando en hospitales mentales, por cuanto psicólogos clínicos asumían puestos reconocidos hasta ese momento para psiquiatras. Los psicólogos aplicados generalmente no se abocaban a la psicoterapia, pues ella estaba en manos de médicos psiquiatras, y en cambio, se empleaban en tareas de evaluación. Esta tendencia evaluativa llegó a su máxima expresión durante la primera guerra mundial, para efectos de selección de reclutas.
Los psicólogos clínicos empezaron a organizarse bajo ese nombre en 1917, con la fundación de la American Association of Clinical Psychology. Ello duró poco, pues en 1919 la Asociación Americana de Psicología desarrolló una división sobre psicología clínica.
En Europa, los primeros psicólogos clínicos se establecieron en Gran Bretaña como reflejo de los sucesos en Estados Unidos. En Francia, una tradición europea fue fundada por el psicoanalista Daniel Lagache, que consideró a la Psicología Clínica como un área distinta a la Psiquiatría, que si bien integraría elementos propios de la psicopatología, debía entender al individuo en su totalidad más allá de la patología, pudiendo así obtener un conocimiento amplio y certero del funcionamiento psíquico y su relación con los fenómenos del sufrimiento.
En la década del 50 surge la terapia de conducta gracias al trabajo pionero de J. Dollard y N. Miller y J. Rotter. y a las labores de desarrollo y divulgación de H. J. Eysenck, J. Wolpe y A. A. Lazarus. En los años 60s se delinea la terapia etiquetada como "cognitivo-conductual" o "cognitiva" gracias a las inquietudes de A. Ellis y A. Beck. A partir de dichas líneas eclosiona una gran cantidad de modelos y técnicas psicoterapéuticas que llegan hasta la etapa actual, en que aparecen también enfoques clínicos constructivistas ligados parcialmente a la terapia cognitiva.
En cualquier caso, la Psicología Clínica como disciplina y profesión se fundamentó en sus inicios sobre la Evaluación Psicológica, y en muchos casos era una práctica dependiente de la del Psiquiatra, con el desarrollo de la teoría y de la técnica, la Clínica evolucionó hacia el desarrollo de tratamientos y técnicas de intervención desde un paradigma propiamente psicológico, dando paso a lo que hoy en día conocemos como Psicoterapia, la cual desde una mirada actual y moderna genera sus diagnósticos y procesos psicoterapéuticos con una postura menos psicopatologisista etológica, y psiquiátrica, y mucho más desde la psicología positiva y humana, en tanto área de ejercicio propio de los psicólogos modernos, ejercicio que además está reglamentado en muchos países mediante leyes, códigos de deontología, ética y bioética.


La Primera Guerra Mundial ha movilizado la construcción y aplicación de test psicológicos y, también, el papel del psicólogo clínico. Por un lado, los psicólogos clínicos investigaron y teorizaron sobre los temas en cuestión, como la naturaleza de la personalidad, el origen de la inteligencia (por ejemplo, el papel de la herencia y el medio), las causas de los trastornos de conducta, los usos de la hipnosis, y la relación entre principios del aprendizaje y la desviación. Por otro lado, los psicólogos clínicos pasaron de considerarse a sí mismos más concernidos con los problemas educativos (que con los psiquiátricos), a adoptar las funciones de tratamiento añadidas a la evaluación, de entrenamiento reeducativo, y de investigación. En este sentido, se ha de decir de nuevo que la función terapéutica se centró inicialmente en la clínica infantil, conjuntando así las tareas de diagnóstico y tratamiento. En esta asimilación del tratamiento por el psicólogo clínico contribuyó también el prestigio alcanzado en el uso de los test de personalidad tales como, por ejemplo, el Rorschach y el TAT (Tematic Apperception Test), que permitieron un lenguaje común entre el psicólogo (diagnosticador) y el psiquiatra (terapeuta).
Según aumentaba su número y se ampliaban sus funciones, los psicólogos clínicos (junto con otros psicólogos aplicados) se sintieron descontentos con el apoyo recibido por sus colegas de la APA, mayormente académicos y científicos, de modo que se constituyeron en 1937 en una organización separada, la American Association of Applied Psychology, para ocho años después reintegrarse de nuevo en la APA.
La cuestión es que al final de la década de 1930 el campo de lo que sería la moderna Psicología Clínica ya se había organizado con sus seis actividades principales, a saber, la evaluación, el tratamiento, la investigación, la enseñanza, el asesoramiento, y la administración. Para entonces los psicólogos clínicos se han extendido más allá de sus clínicas originarias a los hospitales, las prisiones, y otros lugares, y tanto con adultos como con niños.
En la Segunda Guerra Mundial se derivaron 40.000 personas a los hospitales neuropsiquiátricos de la Veteran Administration (VA) en EE.UU., lo que supuso de nuevo un impulso a la consolidación de la Psicología Clínica. Puesto que los psicólogos clínicos existentes fueron insuficientes, la VA se adelanta a la APA y los departamentos de las Universidades en la definición y capacitación requerida para el ejercicio de la psicología clínica. Concretamente, un documento de la VA de 1946 definió la psicología clínica como una profesión que implicaba el diagnóstico, el tratamiento, y la investigación relativos a los trastornos de los adultos. Para ello el psicólogo clínico habría de poseer el grado de Doctor (PhD). Esta instigación de la VA (junto también con el Servicio de Salud Pública de EE.UU.), para que la APA y las Universidades definieran los programas de formación en psicología clínica, dio lugar en 1947 a un comité encargado de diseñar las directrices a seguir. Este comité (David Shakow's Commitee on Training in Clinical Psychology) tenía encomendado recomendar el contenido de los programas, establecer los criterios de entrenamiento a tener en cuenta por las Universidades y los servicios de formación en régimen de residencia, y evaluar e informar sobre los programas en curso.
Las tres principales recomendaciones del informe Shakow para el entrenamiento clínico fueron las siguientes:
1. El psicólogo clínico sería formado antes que nada como psicólogo (y por tanto como científico) y contando con ello como profesional práctico.
2. El entrenamiento clínico sería tan riguroso como lo pueda ser la formación en áreas no clínicas de la psicología, lo que supone el establecimiento de unos criterios estándar de pos graduación.
3. El contenido de la preparación clínica se centraría en la evaluación, el tratamiento y la investigación.
Esta propuesta para la formación del psicólogo clínico, el así llamado 'modelo de Boulder' en razón del lugar de la Conferencia que en 1949 lo asumió, fue el patrón seguido en adelante. Este ha sido el modelo seguido, ciertamente, sin perjuicio de otros replanteamientos (con sus conferencias programáticas también) que conciernen sobre todo a la proporción del contenido científico y del papel investigador con que se figura al psicólogo clínico. En todo caso, este desarrollo e implantación de la Psicología Clínica como profesión tuvo su reconocimiento legal, así como también dispuso de su código ético.
REFERENCIA
Grafield, L. (1979). Psicología Clínica. México. Ed. Manual Moderno. Pp.1-25

jueves, 24 de noviembre de 2011

INFORMACIÓN GENERAL SOBRE PSICOLOGÍA CLÍNICA


·         DEFINICIÓN DE PSICOLOGÍA CLÍNICA
La Psicología Clínica es la ciencia que estudia el comportamiento humano normal y anormal.
La psicología clínica es también una forma de psicología individual y como tal, su objeto es conocer, no la vida psíquica en general sino las peculiaridades de la evolución y comportamiento individuales.
·         OBJETO DE ESTUDIO
Tiene como objeto todo lo relativo a la persona: su emocionalidad, su conducta observable o no y sus interacciones.
El interés del clínico se centra en descubrir y describir para evitarlo, corregirlo o compensarlo, lo que el comportamiento humano haya de anormal o excepcional.
·         ¿QUÉ ES UN PSICÓLOGO CLÍNICO?
El Psicólogo Clínico se dedica a la valoración, diagnóstico y modificación de las emociones, conductas observables o no e interacciones, sean normales o anormales.
El Psicólogo Clínico realiza el diagnóstico de las emociones y conductas de la persona a partir de entrevistas, observaciones y tests psicológicos.
El método de tratamiento o terapia que emplea el Psicólogo Clínico depende de la teoría que asume en su trabajo profesional.

·         CAMPO PROFESIONAL DEL PSICÓLOGO CLÍNICO
La actividad del psicólogo clínico, dentro de los muy amplios campos de la Psicología y la Medicina, se caracteriza por el criterio metodológico y técnicas que emplea. Cuando un psicólogo emplea las técnicas y criterios que por comodidad llamamos Psicología “método clínico” (Test, cuestionarios, entrevistas etc) los mecanismos mentales sean normales, anormales o patológicos, aparecen con aspectos que otros modos de investigación clínica no descubren, y al aplicar sus técnicas específicas de corrección (psicoterapia) consigue efectos peculiares sobre los mismos. Y es en esta originalidad donde reside su utilidad profesional.

REFERENCIAS.
Peinado, J. (1978). Psicología Clinica. México: Porrua. P.p. 1-47.
Garfiel, L. (1979). Psicología Clínica. México: Manual Moderno. P.p. 35-47.

PERSPECTIVA PSICODINÁMICA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA

Las teorías desarrolladas por clínicos e investigadores, se han realizado con la finalidad de identificar el origen de la desadaptación conductual y la enfermedad física.  La diversidad de las teorías puede ser muy amplia.  Sin embargo las perspectivas teóricas en la actualidad son: la psicodinámica, conductual, cognitiva, y la perspectiva humanista, entre otras . Cabe señalar que cada una de las teorías es  diferente, algunas sirven para entender las causas del estrés, otras para como lo afrontamos y otras tantas para conocer la naturaleza de las vulnerabilidades humanas.
A continuación describiremos cada una de ellas, mencionando su representante y las características que la definen y distinguen de otras tantas.
·         PERSPECTIVA PSICODINÁMICA
Una de las principales perspectivas teóricas para el estudio de la conducta anormal es la perspectiva Psicodinámica cuyo representante es Sigmund Freud, ésta perspectiva, enfatiza en los determinantes inconscientes (procesos psíquicos)  de la conducta. Las ideas de Sigmund Freud respecto a los trastornos psicológicos y conflictos sobre el inconsciente forman parte de esta perspectiva. La principal característica o aportación para la descripción de la conducta es el aparato psíquico el cual sirve para describir el proceso de interacción entre las estructuras de la personalidad que yacen por debajo de la superficie de la conducta observable estas estructuras son: el ello, el yo y el superyó.
La perspectiva psicodinámica se basa en la idea de que los pensamientos y las emociones son causas importantes de la conducta.
Los enfoques psicodinámicos de la conducta suponen que en distintos grados la conducta que se observa (las respuestas manifiestas) es una función de los procesos intrapsíquicos (sucesos encubiertos). No todos los teóricos psicodinámicos hacen énfasis en los mismos eventos internos ni las mismas fuentes de estimulación ambiental, pero si están de acuerdo con que la personalidad se forma de una combinación de sucesos internos y externos, con un énfasis en los internos. Sigmund Freud, el creador de la perspectiva psicodinámica creía que finalmente todas las conductas se podían explicar mediante los cambios corporales, sin embargo, ya que en su época se sabía muy poco sobre las relaciones entre cuerpo y la personalidad, dio poca importancia a los factores biológicos.
No obstante impresionado por la teoría de Ch. Darwin sobre la importancia de las emociones, Freud dirigió su atención en la influencia que estas ejercían en el pensamiento. Freud creía que para entender la conducta era necesario analizar los pensamientos que la preceden y que se asocian con esta y, para comprender estos pensamientos, se deben explorar las emociones y sentimientos más profundos de una persona.
Ya que los pensamientos y sentimientos no se pueden observar de forma directa los teóricos psicodinámicos deben inferirlos. Relacionan sus inferencias sobre los procesos internos de la conducta manifiesta.
Además de la contribución de las teorías psicodinámicas a nuestra comprensión de la conducta humana, estas parecen tener una influencia especial, porque son los sistemas a partir de los cuales se desarrollaron varios tipos de psicoterapia. Aunque el análisis clínico como lo creó Freud casi no se utiliza en la actualidad, los elementos básicos y la teoría de los procesos básicos subyacentes han tenido gran influencia en el desarrollo de todo el campo de la psicología.

·         ORIGEN DEL PSICOANÁLISIS Y SUS PROCESOS
En el 1900-1950 Sigmund freud, no completó un sistema perfeccionado. Un bosquejo del psicoanálisis, el cual comenzó en el 1938, al año anterior a su muerte, tenía el propósito de reunir las doctrinas del psicoanálisis y establece en la forma más concisa, pero este libro nunca se terminó. Su pensamiento se movía en fase cambiando y sintetizando lo que se había ido antes. Unas de las obras que Freud trató de mantener actualizada de manera sistemática es la interpretación de los sueños.
Es importante reconocer que el psicoanálisis no presenta una teoría terminada, sino más bien un proceso progresivo del descubrimiento del yo.

·         SUS FUNDADORES
Sus fundadores fueron: Freud, Adler y Jung.
El Psicoanálisis es el nombre que se da a un método específico para investigar los procesos mentales inconscientes y a un enfoque de la psicoterapia. El término se refiere también a la estructuración sistemática de la teoría psicoanalítica, basada en la relación entre los procesos mentales conscientes e inconscientes.
Las técnicas del psicoanálisis y gran parte de la teoría psicoanalítica basada en su aplicación fueron desarrolladas por el neurólogo austriaco Sigmund Freud. Sus trabajos sobre la estructura y el funcionamiento de la mente humana tuvieron un gran alcance, tanto en el ámbito científico como en el de la práctica clínica.
Las teorías de la personalidad que se parecen lo bastante entre sí, pueden agruparse en categorías más generales llamadas modelos, enfoque o escuelas psicológicas. Aunque llega a haber desacuerdos dentro de cada grupo modelo, como en el caso de Freud, Jung y Murray, cuyas teorías son catalogadas bajo el modelo psicodinámico, en su orientación básica hacia la naturaleza humana tiene más en común entre sí que con respecto a los otros modelos.
Las causas de la conducta y la actividad conciente son, para Freud, Jung y Murray, principalmente internas: fuerzas motivacionales dinámicas y emocionales que impulsan al organismo a tomar una acción específica. Freud y Jung subrayan los determinantes: inconscientes, los motivos reprimidos, los conflictos, los complejos y los arquetipos.
Las teorías de Freud pueden verse desde un enfoque interactivo o del desarrollo. El enfoque interactivo se ocupa de la motivación, el conflicto y las estructuras de la personalidad. El enfoque del desarrollo considera el curso de éste a través del despliegue de los instintos sexuales y la formación de los tipos de carácter. Podemos estudiar la personalidad desde el punto de vista de su formación y desarrollo o desde la interacción de sus componentes.
Freud divide la psique conforme a niveles de conciencia. Esta consiste en percatarse de lo que ocurre como resultado de la estimulación externa o en el volver a vivir la experiencia interna. El preconsciente consiste en recuerdos latentes, los cuales pueden irrumpir deliberadamente en la conciencia o surgir por asociación con la estimulación actual. Freud veía el inconsciente como la porción más grande de la psique, la cual tiene sus propios principios de funcionamiento. Definía su tipo de psicología como la ciencia del inconsciente.
También pueden verse el inconsciente como la falta de conciencia, pero esto no es a lo que Freud se refería precisamente con el término.
La función del inconsciente se revela a través de la asociación libre, los sueños, los lapsus lingue, los actos fallidos, los chistes, y en forma más convincente por los trastornos de la personalidad y la conducta.
Comprender cómo funcionan los procesos mentales inconscientes hizo posible la comprensión de fenómenos psíquicos previamente incomprensibles, como los sueños.
A través del análisis de los procesos inconscientes, Freud vio que este estado servía para proteger el sueño (el reposo) del individuo contra los elementos perturbadores procedentes de deseos reprimidos, relacionados con las primeras experiencias del desarrollo que afloran en ese momento a la conciencia. Así, los deseos y pensamientos moralmente inaceptables, es decir, el ‘contenido latente’ del sueño, se transforman en una experiencia consciente, aunque no inmediatamente comprensible, a veces absurda, denominada ‘contenido manifiesto’. El conocimiento de estos mecanismos inconscientes permite al analista invertir el proceso de elaboración onírica, por el que el contenido latente se transforma en el contenido manifiesto, accediendo a través de la interpretación de los sueños a su significado subyacente.
  • ETAPAS PSICOSEXUALES
Una suposición esencial de la teoría freudiana es que los conflictos inconsciente  involucran deseos y pulsiones (instintos), originadas en las primeras etapas deldesarrollo. Al serle develados al paciente los conflictos inconscientes mediante el psicoanálisis, su mente adulta puede encontrar soluciones inaccesibles a la mente inmadura del niño que fue. Esta descripción de la función que cumplen las pulsiones básicas en la vida humana es otra de las aportaciones cruciales de la teoría freudiana.
Según su teoría sobre la sexualidad infantil, la sexualidad adulta es el resultado de un complejo proceso de desarrollo que comienza en la infancia, pasa por una serie de etapas ligadas a diferentes funciones y áreas corporales (oral, anal y genital), y se corresponde con distintas fases en la relación del niño con los adultos, especialmente con sus padres. En este desarrollo es esencial el periodo edípico, momento en el que el niño por primera vez es capaz de establecer un vínculo afectivo con su progenitor del sexo opuesto, semejante a la relación de un adulto con su pareja, con lo que el progenitor del mismo sexo es considerado un rival.
La inmadurez psíquica del niño condena al fracaso los deseos infantiles y malogra su primer paso hacia lo adulto. Además, la inmadurez intelectual del niño complica aún más la situación porque le hace temer sus propias fantasías. El grado en el que el niño supere este trauma y en el que estos vínculos, miedos y fantasías pervivan de modo inconsciente será decisivo en su vida posterior, especialmente en sus relaciones afectivas.
Los conflictos que ocurren en las etapas iniciales del desarrollo no son menos significativos como influencia formativa, porque representan los prototipos iniciales de situaciones sociales tan básicas como la dependencia de otros o la relación con la autoridad. Por ello, en estas primeras etapas de su desarrollo, también será básico en la formación de la personalidad del niño el comportamiento de los padres.
Sin embargo, el hecho de que el niño reaccione no sólo ante la realidad objetiva, sino también ante la distorsión fantástica de la realidad, complica significativamente incluso los esfuerzos educativos mejor intencionados.
Freud opinaba que el desarrollo de la personalidad era el despliegue de los instintos sexuales. Diversas zonas del cuerpo son los puntos de la estimulación placentera al principio de la vida. Freud delineo cuatro etapas de desarrollo psicosexual: la oral, la anal, la fálica y la genital. Cada etapa psicosexual tiene necesidades y satisfacciones específicas. Los tipos de carácter particulares consistentes en un síndrome de rasgos, se forman durante cada etapa, como un resultado de la manera en que se satisfacen o frustran las necesidades. La satisfacción o la frustración excesivas provocan fijación, que debe entenderse como la detención del desarrollo.
A) La Etapa Oral ocurre durante el primer año y medio de vida y puede derivar en tipos de carácter oral de dependencia pasiva o agresiva. Los tipos de carácter oral experimentan trastornos en el recibir y el tomar. 
B) La Etapa Anal es desde el año y medio hasta alrededor de los tres años y provoca los  tipos anal retentivo y anal expulsivo. Los rasgos anales pueden reflejar tendencias hacia la obediencia, obediencia excesiva o desafío. 
C) La Etapa Fálica abarca desde los tres a los cinco o seis años e incluye sentimientos  sobre sí mismo y actitudes sobre su mismo sexo y el sexo opuesto. Los Complejos de Edipo y Electra son características críticas de esta etapa y su resolución o falta de esta tiene efectos profundos en el desarrollo ulterior de la personalidad. 
D) Desde los seis a los 12 años se produce el Periodo de Latencia, que no es una etapa  psicosexual propiamente dicha.
E) La Etapa Genital surge durante la adolescencia y, si trascurre de manera apropiada,  agrega al ego las cualidades de trabajo productivo y amor.
  • ENFERMEDAD
Freud trata las anormalidades en dos formas: por medio de fallas en el desarrollo, como las fijaciones y por exageraciones o deficiencias en uno u otro de los sistemas de personalidad: id, ego, y superego. La anormalidad puede resultar de un ego inadecuado, de manera que el id pasa a ser dominante; o  la persona puede ser atormentada por un superego demasiado estricto. Los síntomas neuróticos son formas de defensa usadas por un ego débil. Los tipos de carácter defectuoso (exageraciones y deficiencias de rasgos específicos) son según Freud, formas de anormalidades en el desarrollo.
El ego como mediador debe armonizar las demandas competitivas de los tres sistemas d personalidad y arreglárselas adecuadamente con las demandas del mundo externo. Si el ego se vuelve dominante, toma la energía del id y del superego. El superego puede hacerse parte del ego examinando nuestros valores, creencias y suposiciones sobre las conductas correctas y erróneas. El funcionamiento saludable de la personalidad resulta de liberarnos d las represiones y encontrar salidas sublimadas por los impulsos del id.
Estos deben ponerse bajo el control de los procesos secundarios del pensamiento y El principio de realidad. Uno puede ver las etapas psicosexuales como portadoras de rasgos vitales a la personalidad. Los diversos rasgos bipolares deben existir en un balance apropiado, a fin de que la personalidad funcione en forma óptima. La personalidad saludable y con buen  funcionamiento es capaz de trabajo productivo y relaciones afectuosas.
Freud introdujo el mecanismo de la represión para explicar los síntomas psicológicos, la cual puede describirse como una exclusión de material de la conciencia, una exclusión que es ejecutada inconscientemente. Hasta que se descubre y se abre paso. La conducta puede revelar la presencia de un motivo inconsciente, el motivo radical. Que difiere del motivo manifestado, el motivo derivado. Las derivaciones motivaciónales son disfraces de los motivos radicales que existen en el inconsciente.
Freud decía que la personalidad estaba dividida en tres sistemas en lucha: id, ego y superego. El id es la parte más primitiva de la personalidad. Es la fuente de los impulsos más inconscientes y presiona al ego para que siga el principio del placer y los procesos primarios de pensamiento. El ego es el sistema controlador, el administrador de la personalidad. Su función más aprobada es seguir el principio de la realidad por medio de los procesos secundarios (correctos) de pensamiento. El superego es el componente moral y ético de la personalidad. Está formado por la conciencia y el ideal del ego. Se formo por medio de la introyección de los preceptos morales y culturales: prohibiciones e ideales. El ego experimenta con frecuencia conflictos que incluyen placer, consideraciones de la realidad y patrones morales y culturales. El ego intenta reducir estos conflictos y producir armonía dentro de la personalidad, es su papel de administrador, el ego a menudo es inundado por la ansiedad.
  • ANSIEDAD
Piedra angular de la teoría y la práctica del psicoanálisis moderno es el concepto de ansiedad, un tipo de experiencia que implica una reacción contra ciertas situaciones peligrosas. Estas situaciones de peligro, tal como las describe Freud, son el miedo a ser abandonado, a perder el objeto amado, el miedo a la venganza y al castigo, y la posibilidad de castigo por parte del superyó. En consecuencia, los síntomas, los desórdenes de la personalidad y de los deseos, así como la propia sublimación de las pulsiones, representan compromisos, diferentes formas de adaptación que el yo intenta desarrollar con mayor o menor éxito, para reconciliar las diferentes fuerzas mentales en conflicto.
A) La Ansiedad Objetiva es el temor a un objeto real en el mundo externo.
B) La Ansiedad Neurótica resulta de impulsos que amenazan arrollar al ego.
C) La Ansiedad Moral es provocada por el superego y se experimenta como culpa, falta de merito y el deseo  de castigo.
Al enfrentarse con la ansiedad, el ego puede utilizar sus capacidades para solucionar problemas o puede necesitar mecanismos de defensa. El propósito de los mecanismos de defensa del ego es reducir la ansiedad, protegiendo al ego a través del autoengaño y la distorsión de la realidad.
Las opiniones de Freud han llevado a investigar la eficacia de la terapia psicoanalítica y comprobar la validez de los constructos y postulados derivados de su teoría de la personalidad. Los primeros estudios cuestionaron el valor de la terapia psicoanalítica, pero los posteriores han sido más favorables. Diversos estudios han indicado cierta validez de los tipos de carácter de Freud. Las observaciones interculturales han puesto en duda la universalidad del complejo de Edipo. Los estudios que tratan de la represión son mezclados y muchos pueden no tratar la represión como Freud la definió.
Freud ha sido criticado por sus opiniones sobre la sexualidad infantil, su énfasis excesivo en la formación temprana de la personalidad, sus fallas al no considerar los cambios de la personalidad en el estado adulto, su énfasis excesivo en el inconsciente y la división artificial de la personalidad. Freud ha sido criticado también por su pansexualismo, su insistencia en la inferioridad de las mujeres, las incongruencias internas de su teoría, su idea de un instinto de muerte, su criterio de reducción de la tensión de la motivación y sus métodos de investigación. Una cosa es clara: las opiniones de Freud han generado gran cantidad de investigaciones.
  • INSTANCIAS PSÍQUICAS
El esfuerzo por clarificar el desconcertante número de observaciones interrelacionadas puestas a la luz por la exploración psicoanalítica, condujo al desarrollo de un modelo de estructura del sistema psíquico. Tres sistemas funcionales, o instancias, se distinguen en este modelo: el ello, el yo y el superyó.
La primera instancia: el ello, se refiere a las tendencias impulsivas, entre ellas, las sexuales y las agresivas (Eros & Thanatos) que parten del cuerpo y tienen que ver con el deseo en un sentido primario, contrarias a los frutos de la educación y la cultura. Freud llamó a estas tendencias triebe, que literalmente significa ‘pulsión’ pero que a menudo se traduce con impropiedad como ‘instinto’. Estas pulsiones exigen su inmediata satisfacción, y son experimentadas de forma placentera por el individuo, pero desconocen el principio de realidad y se atienen sólo al principio del placer (egoísta, acrítico e irracional).
Cómo conseguir en el mundo real las condiciones de satisfacción de esas pulsiones básicas es tarea de la segunda instancia: el yo, que domina funciones como la percepción, el pensamiento y el control motor, para adaptarse a las condiciones exteriores reales del mundo social y objetivo. Para desempeñar esta función adaptativa, de conservación del individuo, el yo debe ser capaz de posponer la satisfacción de las pulsiones del ello que presionan para su inmediata satisfacción, con lo que se origina la primera tensión.

Para defenderse de las pulsiones inaceptables del ello, el yo desarrolla mecanismos psíquicos específicos llamados mecanismos de defensa. Los principales son: la represión — exclusión de las pulsiones de la conciencia, para arrojarlas a lo inconsciente—, la proyección —proceso de adscribir a otros los deseos que no se quieren reconocer en uno mismo— y la formación reactiva —establecimiento de un patrón o pauta de conducta contraria a una fuerte necesidad inconsciente. Tales mecanismos de defensa se disparan en cuanto la ansiedad señala el peligro de que las pulsiones inaceptables originales puedan reaparecer en la conciencia.
Una pulsión del ello llega a hacerse inadmisible, no sólo como resultado de una necesidad temporal de posponer su satisfacción hasta que las condiciones de la realidad sean más favorables, sino, sobre todo, debido a la prohibición que los otros (originalmente los padres) imponen al individuo.
El conjunto de estas demandas y prohibiciones constituye el contenido principal de la tercera instancia: el superyó, cuya función es controlar al yo según las pautas morales impuestas por los padres. Si las demandas del superyó no son atendidas, la persona se sentirá culpable, culpabilidad que también se manifiesta como ansiedad y/o vergüenza.
El superyó, que según la teoría freudiana se origina en el esfuerzo de superar el complejo de Edipo, es parcialmente inconsciente, debido a que tiene una fuerza semejante (aunque de signo opuesto) a la de las pulsiones, y puede dar lugar a sentimientos de culpa que no dependan de ninguna trasgresión consciente.
El yo, instancia mediadora entre las demandas del ello, las exigencias del superyó y el mundo exterior, puede no tener el poder suficiente para reconciliar estas fuerzas en conflicto. Es más, el yo puede coartarse en su desarrollo al ser atrapado en sus primeros conflictos, denominados fijaciones o complejos, pudiendo volverse hacia modos de funcionamiento primarios en el desarrollo psíquico y hacia modos de satisfacción infantiles.
Este proceso se conoce como regresión. Incapaz de funcionar normalmente, el yo sólo puede mantener su control limitado y su integridad desarrollando síntomas neuróticos, a través de los cuales se expresa la tensión del aparato psíquico.
Las siguientes contribuciones a la psicología se atribuyen generalmente a Freud: proposición de lo irracional en la naturaleza humana (disfraces, defensas y distorsiones); exploración del inconsciente; servicios de los síntomas a propósitos inconscientes; el conflicto continuo entre nuestra naturaleza animal y nuestra naturaleza humana; el placer es más poderoso que la realidad o la moralidad; hincapié en la importancia de la infancia y la niñez en la formación de la personalidad: la aclaración de los principales mecanismos de defensa; la conducta no siempre es lo que parece; los terrores internos asustan más que los externos; los síntomas tienen significado simbólico; los síntomas físicos pueden ser de origen psicógeno; la sobresocialización y la subsocialización resultan de un desarrollo defectuoso del superego; el desarrollo de una de las primeras formas de psicoterapia, la terapia psicoanalítica.

REFERENCIAS.
Corres, P. (2004). Razón y experiencia en la psicología. México: Fontamara.
Bolognini, Stefano (2004). La empatía psicoanalítica. Buenos Aires: Lumen.
Kerr, John (1995). La historia secreta del psicoanálisis. Barcelona: Editorial Crítica.




PERSPECTIVA HUMANISTA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA


         ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGIA HUMANISTA
Como ha señalado Caparrós (1979), los psicólogos humanistas reconocen la influencia que sobre ellos han  tenido cuantos a lo largo de la histona de la psicología se han resistido, en cada ocasión de formas diversas, a la reducción de ésta a una simple ciencia natural. Pese a ello pueden señalarse ciertos autores u orientaciones que habían desarrollado previamente, de manera particular, puntos esenciales para la Psicología Humanista. Así Franz Brentano había críticado la aproximación mecanicista y reduccionista de la psicología en cuanto ciencia natural, y proponía el estudio psicológico de la conciencia como acto intencional y no como un contenido molecular y pasivo. Oswald Kúlpe sugería que no toda experiencia consciente podía ser reducida a formas elementales o explicada en términos de contenido, y autores como Wilhelm Dilthey o William James argumentaron contra el mecanismo en la psicología, proponiendo centrarse en la conciencia y el individuo total. No obstante, conviene adoptar en este punto cierta cautela: el hecho de que algunos humanistas contemporáneos reconozcan a estos autores como sus antecesores, y que éstos hayan mantenido efectivamente en sus escritos puntos de vista afines a los fenomenológicos, no autoriza a hablar de una influencia directa de sus obras sobre los creadores de la Psicología Humanista.
Más recientemente la psicología de la Gestalt planteó que había que adoptar un enfoque molar de la conciencia e insistió, frente al conductismo, en el estudio de la experiencia consciente como área psicológica legítima y útil.
Hay también varios antecedentes de la Psicología Humanista en las filas psicoanalíticas, a través de la obra de Adler. Horney y Erikson. Estos autores, como es sabido, son del psicoanálisis ortodoxo en cuanto a que la personalidad esté determinada de manera importante por las fuerzas  incluir también, es importante mencionar, a Otto Rank —cuya influencia sobre la psicología humanista se olvida a menudo— principalmente por su enfoque no directivo de la psicoterapia y su reconocimiento del potencial creador  de toda persona. (Carpintero, Mayor y Zalbidea, 1990).
La Psicología Humanista se origina en la década de 1950 y 1960 en Estados Unidos sometido a influencias de tres tipos: filosóficas, sociales - culturales y propiamente psicológicas. (González,  2006).
Surgió  a  partir del rechazo de las dos psicologías dominantes, conductismo y psicoanálisis, por ofrecer una visión del ser humano deshumanizada, reduccionista, mecanicista y determinista (González, 2006). La psicología humanista se presentará como "tercera fuerza". Este tipo de psicología presenta una gran variedad, por lo que es más apropiado hablar de un movimiento que de una escuela (Carpintero, Mayor y Zalbidea, 1990). Así como por Factores sociales y cultural como desánimo y desasosiego tras la Segunda Guerra Mundial, la amenaza atómica, la guerra fría y la insatisfacción social.
Las raíces del movimiento humanista fueron William James, la Teoría de la Gestalt, Adler, Jung, Horney, Ericsson, Allport,  en Europa, Ludwig Bingswanger y Medar Boss quienes entienden en sus obras al ser humano, como el objeto y método de la psicología, la patología y su tratamiento está relacionado con la tradición filosófica humanista.
 También surge a partir de conceptos de la Fenomenología, precursora de la Gestalt, cuyos principales representantes fueron Husserl, Muller, Stumpf, y que estudia el fenómeno o experiencia inmediata tal como se produce independientemente del pasado.
El enfoque gestáltico ve al ser humano como un sujeto tendiente a completar su existencia.
La terapia gestalt propone 3 tareas específicas para facilitar la integración de deseos y necesidades:
1) Valoración de la actualidad; en el aquí y el ahora, se trabaja con el material apartado, no con el pasado ni con la ilusión del futuro.
2) Valoración de la consciencia y la aceptación de la experiencia; trabajando con la experiencia sensorial y emocional y evitando el discurso intelectual o de las interpretaciones.
3) Valoración de la responsabilidad e integridad; cada una es responsable de su conducta por ilógica o extrema que parezca.
    La finalidad es que el individuo tome consciencia en el aquí y en el ahora.
         PSICOLOGIA HUMANISTA
El término humanismo se relaciona con las concepciones filosóficas que colocan al ser humano como centro de su interés. El humanismo filosófico resalta la dignidad del ser humano, aunque interpretada de distinto modo en las diferentes formas de humanismo (cristiano, socialista, existencialista, científico, etc.). El humanismo puede ser entendido como una determinada concepción del ser humano, y también como un método. Por ejemplo, el humanismo entendido como método está presente en la psicología de William James, quien rechazó todo absolutismo y toda negación de la variedad y espontaneidad de la experiencia y, en consecuencia, reivindicó flexibilidad al describir la riqueza de lo real, aún a costa de perder exactitud (Rossi, 2008). Para el enfoque humanista los conocimientos relevantes sobre el ser humano se obtendrán centrándose en los fenómenos puramente humanos tales como el amor, la creatividad o la angustia. Para referirse al enfoque humanista en psicología se utilizan los títulos: psicología humanista, psicología existencialista, psicología humanístico-existencial.
El enfoque humanista se ocupa de desarrollar el potencial humano y no se contenta con su adecuado funcionamiento. En una palabra, la psicología humanista representa un compromiso para llegar a ser humanos, un acentuar la totalidad y unicidad del individuo, una preocupación por mejorar la condición humana, así como por entender al individuo (Carpintero, Mayor y Zalbidea, 1990).

         FUNDAMENTOS  BÁSICOS DE LA PSICOLOGÍA HUMANISTA
La psicología humanista es más un movimiento que una escuela, e incluso más aún el reflejo de una actitud sobre el ser humano y el conocimiento. Las ideas que sobre salen más del enfoque humanista son:
         La importancia que se le asigna al individuo, a la libertad personal, al libre albedrío, a la creatividad individual y a la espontaneidad.
          Se hace hincapié en la experiencia consciente.
          Se pone énfasis en todo lo relacionado con la naturaleza humana.
Los humanistas desean destacar la salud mental y todos los atributos positivos de la vida, como la felicidad, la satisfacción, el éxtasis, la amabilidad, la generosidad, el afecto, etc.
Además los integrantes del movimiento comparten:
El afán por centrarse en la persona, su experiencia interior, el significado que la persona da a sus experiencias y en la autopresencia que esto supone.
Enfatización de las características distintivas y específicamente humanas: decisión, creatividad, autorrealización, etc.
Mantenimiento del criterio de significación intrínseca en la selección de problemas a investigar, en contra de un valor inspirado únicamente en el valor de la objetividad.
Compromiso con el valor de la dignidad humana e interés en el desarrollo pleno del potencial inherente a cada persona; es central la persona tal como se descubre a sí misma y en relación con las restantes personas y grupos sociales.
        INFLUENCIAS EN EL DESARROLLO DE LA PSICOLOGÍA HUMANISTA
Según Martorell y Prieto (2006), la tercera fuerza o la psicología humanista recibe influencias de la psicología al rechazar a las dos influencias que dominaban cuando apareció esta, el conductismo y el psicoanálisis, por la visión que manejaban estos dos enfoques. Otra de las influencias, fueron los factores sociales y culturales, ya que en ese tiempo se presentaban diversos acontecimientos como el desánimo y el desasosiego de la segunda guerra mundial, la amenaza atómica, la guerra fría, la insatisfacción social, etc.
La psicología humanista también se vio influenciada por la filosofía humanista que en Europa influía directamente en el desarrollo de la psicología existencial.
  El existencialismo  pone particular énfasis en la existencia de las personas, en cómo viven sus vidas y en su libertad. Su teoría habla de que el ser humano no se puede reducir a una entidad cualquiera,  ya sea un animal racional, un ser social, ente psíquico o biológico.
Mientras que la fenomenología es el método más adecuado para acercarse al hombre, busca descubrir lo que le brinda su experiencia, acercarse a los contenidos de la conciencia sin prejuicios ni teorías preconcebidas por parte del observador, es una de las teóricas utilizadas en la psicología humanista ya que se centra exclusivamente en la persona y permite que este desarrolle un crecimiento personal que le permita encontrar la felicidad.

         POSTULADOS BASICOS DE LA TEORÍA HUMANISTA
Algunos de los postulados básicos que la psicología humanista brinda acerca del hombre son:
         Es más que la suma de sus partes
         Lleva a cabo su existencia en un contexto humano
         Tiene capacidad de elección
     Es intencional en sus propósitos, sus experiencias valorativas, su creatividad y la comprensión de significados.
    Además de dichos postulados los partidarios de esta  teoría comparten cuatro características fundamentales:
1.       Muestran un particular afán por centrarse en la persona, su experiencia interior, el significado que la persona da a sus experiencias.
2.      Enfatizan las características distintivas y específicamente humanas como son la creatividad, autorrealización, decisión, etc.
3.      Mantienen el criterio de significación intrínseca a la hora de seleccionar los problemas a investigar, en contra de un valor inspirado únicamente en el valor de la objetividad.
4.      Se comprometen con la dignidad humana y se interesan por el desarrollo pleno del potencial inherente a cada persona, para ellos la persona es central tal y como esta se descubre y en relación con otras personas y con otros grupos sociales.
Por su parte Allport citado en Martorell y Prieto (2006), distinguió dos orientaciones en psicología con las cuales se puede trabajar, la primera es la ideográfica que pone énfasis en la experiencia individual, en el caso único, y la otra es la nomotética que se interesa por las abstracciones estadísticas tales como medias o desviaciones típicas.
         PRINCIPALES REPRESENTANTES DEL HUMANISMO
Sus principales representantes son: William James, Gordon Allport, Abraham Maslow, Carl Rogers, Ludwig Bingswanger, Medar Boss, Rollo May, Victor Frankl, Eric Fromm, Ronald Laing. (Carpintero, Mayor y Zalbidea, 1990).

         Ludwig Bingswanger
Discípulo de Husserl y muy influido por Heidegger. Utilizó las categorías heideggerianas en la terapia, tratando de abarcar con ello al hombre en su totalidad, y no sólo a algunas de sus dimensiones. La comprensión y descripción del mundo del paciente son sus objetivos principales: para ello propondrá un encuentro interpersonal libre de prejuicios entre el terapeuta y el paciente.
Criticó a Freud por su énfasis en la visión biológista y mecanicista del ser humano:
         Su tratamiento del hombre como ser social fue insuficiente.
         Tampoco comprendió adecuadamente al yo en relación consigo mismo.
         Ni las actividades humanas en las que el hombre trasciende el ambiente (como el amor o la creatividad).
Para Bingswanger el punto de partida para comprender la personalidad es la tendencia humana a percibir significados en los sucesos y, por ello, ser capaz de trascender las situaciones concretas. Su énfasis en la importancia de la descripción ha dado lugar a que una de sus principales aportaciones sean las descripciones de los “mundos” de los esquizofrénicos y de las “formas frustradas” de existir.
En cuanto al análisis de las diferencias individuales, se entiende que estas van desde el ser auténtico (verse capaz de influir en la propia vida a través de las decisiones y elegir el futuro en pensamiento y acción) al conformismo (considerarse indefenso ante las fuerzas externas, ser  pasivo, elegir el pasado cuando deciden algo).  En esta línea, la psicopatología existencial muestra especial interés por los estados que incluyen la falta de significado. Medard Boss, uno de los continuadores de Bingswanger y pioneros de la terapia existencial describió diferentes contenidos y niveles de eficacia en las construcciones sobre el sí mismo y el mundo.
          Rollo May
Es uno de los más importantes representantes del humanismo norteamericano. Critica el reduccionismo del psicoanálisis freudiano en su tratamiento del hombre, pero no quiere desechar la obra de Freud. Humanista no dogmático:
         Impulsa la visión humanista de la psicoterapia pero critica la exclusión de los elementos negativos de la naturaleza humana que postulan algunos autores humanistas.
         Defendió activamente el derecho de los psicólogos a trabajar como psicoterapeutas frente a los intentos de las asociaciones médicas de considerar la psicoterapia como una especialidad médica, pero denunció la evitación de la confrontación con los dilemas del hombre que la psicología ha realizado en su camino hacia la aceptación social.
Un concepto central en la psicología de May: el dilema del hombre. Se origina en la capacidad de éste para sentirse como sujeto y como objeto al mismo tiempo. Ambos modos de experimentarse a sí mismo son necesarios para la ciencia de la psicología, para la psicoterapia y para alcanzar una vida gratificante. El psicoterapeuta alterna y complementa la visión del paciente como objeto, cuando piensa en pautas y principios generales de la conducta, y como sujeto, cuando siente empatía hacia su sufrimiento y ve el mundo a través de sus ojos. Rechaza las dos alternativas de la consideración del ser humano como “puramente libre” o “puramente determinado” argumentando que ambas suponen negarse a aceptar el dilema del hombre. Introdujo como fundamentales en el contexto de la terapia las experiencias existenciales de la ansiedad, el amor y el poder.
         Abraham Maslow
  Fue un psicólogo estadounidense, una de las figuras más conocidas de la psicología humanista, comparte con otros psicólogos humanistas la propuesta de un sistema holístico abierto a la variedad de la experiencia humana y, por tanto, el rechazo del uso de un método único para el estudio de esta diversidad. Propone integrar el conductismo y el psicoanálisis en sistemas más amplios.
Tuvo gran interés por las personas humanamente excepcionales, lo que le llevó a una visión del hombre que muestra lo que puede llegar a ser y lo que se puede frustrar.

El concepto central en la psicología de Maslow es el de autorrealización, entendida como culminación de la tendencia al crecimiento que Maslow define como la obtención de la satisfacción de necesidades progresivamente superiores y, junto a esto, la satisfacción de la necesidad de estructurar el mundo a partir de sus propios análisis y valores.
Maslow establece su jerarquía de necesidades, la más conocida de sus aportaciones definiendo  en su pirámide las necesidades básicas del individuo de una manera jerárquica, colocando las necesidades más básicas o simples en la base de la pirámide y las más relevantes o fundamentales en la cima de la pirámide, a medida que las necesidades van siendo satisfechas o logradas surgen otras de un nivel superior o mejor. En la última fase se encuentra con la «auto-realización» que no es más que un nivel de plena felicidad o armonía.
 La jerarquía de necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide que consta de cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como «necesidades de déficit»; al nivel superior lo denominó «auto-actualización», «motivación de crecimiento», o «necesidad de ser». «La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza impelente continua». La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía.


REFERENCIAS.
Allport, G. (1966). La personalidad: su configuración y desarrollo. Barcelona: Herder.
Binswanger, L. (1967). La escuela de pensamiento de análisis existencial. Madrid.
Hernández, G. (1997). Módulo Fundamentos del Desarrollo de la Tecnología Educativa (Bases Psicopedagógicas). México: ILCE-OEA.
Geller, H. (2002). Teoria humanista y sus precursores. Psicología Científica. Vol. 21. P.p 93-102. www.psicologiacientifica.com


PERSPECTIVA CONDUCTISTA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA

La psicología conductista es una corriente de la psicología con tres niveles de organización científica que se complementan y retroalimentan recíprocamente: el conductismo, el análisis experimental del comportamiento y la ingeniería del comportamiento. Esta última comprende a su vez toda una gama de aplicaciones tecnológicas, tanto en el campo de la terapia como de la modificación de conducta.
·         EL CONDUCTISMO
Es la filosofía especial de la psicología como ciencia del comportamiento, entendido éste como la interacción históricamente construida entre el individuo y su ambiente físico, biológico y social. Cubre, así, rangos cognitivos, emotivos, sensorios y motores.
La filosofía especial es una filosofía de la praxis. Como tal, surge de las labores mismas del quehacer psicológico y se encarga de discutir sobre los supuestos, extensiones y posibilidades de su dominio teórico y aplicado, así como de fijar posición y fomentar una actitud no reduccionista (ni fisiologista ni mentalista) para buscar soluciones a los problemas de la disciplina (conductismo radical).
El conductismo depende de una filosofía general de la ciencia en psicología, un asunto que aún no está totalmente dilucidado. Ontológicamente lo definitorio es el materialismo monista y el determinismo. Epistemológicamente para los conductistas post-skinnerianos la filosofía es el "contextualismo", que considera la conducta como "acto en contexto". O sea que ocurre en el marco de una determinada circunstancia cuyo análisis no se puede obviar. Desde este punto de vista el contextualismo es una forma de pragmatismo seleccionista. Para los interconductistas es importante la filosofía analítica. Principalmente la seminal en los trabajos de Gilbert Ryle y del segundo Ludwig Wittgenstein. También se puede reconocer aquí algo de materialismo dialéctico en los trabajos de Emilio Ribes. En cuanto a concepciones sobre evolución científica, algunos citan a Laudan (evoluciones graduales) por oposición a Kuhn (revoluciones). De otro lado, los adeptos al conductismo psicológico (Arthur W. Staats) hablan de "positivismo unificado" (post-positivismo).
En cualquiera de los casos todas las vertientes filosóficas señaladas tienen claras diferencias con el positivismo lógico, en tanto reconocen un papel destacado a la conformación social del ambiente y del individuo. Asimismo se diferencian del mecanicismo, en tanto consideran en el análisis interrelaciones complejas de variables interactuantes.
·         EL ANÁLISIS EXPERIMENTAL DEL COMPORTAMIENTO
Es la teoría-metodología, donde se formulan las categorías, las unidades analíticas, los parámetros, los paradigmas de investigación, y las leyes y principios implicados en el manejo de los datos. Cabe destacar aquí las ecuaciones que cubren todo el espectro organísmico y situacional que está implícito o explícito en un episodio de conducta. La más conocida de dichas ecuaciones es la comprendida en la fórmula: K = f [E,O,R,C], que significa que un segmento de conducta en un momento determinado (K) es función (f) de las interrelaciones establecidas entre los factores estimulares (E), organísmico-disposicionales (O), de respuesta o clases de respuesta respondientes y operantes (R), y las consecuencias que fortalecen a estas últimas (C).
Los paradigmas de investigación centrales desplegados son los del condicionamiento clásico y condicionamiento operante, así como sus diversas combinaciones y formas de presentación. Estos paradigmas son equivalentes a los "ejemplares" de Kuhn, pues desde sus modos básicos de ocurrencia empírica se desprenden leyes, teorías, aplicaciones e instrumentación juntas. Gracias a la investigación en estos rubros se han obtenido una gran cantidad de regularidades que desembocan en la formulación de principios aplicativos (como por ejemplo el reforzamiento, la extinción, el castigo y el contracondicionamiento). Algunos enfoques conductistas no radicales son puramente metodológicos (vertientes E-R), y otros además de ello sólo son parcialmente conductuales (vertientes E-O-R).
·         LA INGENIERÍA DEL COMPORTAMIENTO
Involucra lo tecnológico: todas aquellas elaboraciones procedimentales que, ligadas de alguna manera a los paradigmas de investigación básica y sus combinaciones, se han desarrollado como aplicaciones efectivas. Puede definirse como "la aplicación de conocimientos científicos para la elaboración, perfeccionamiento y manejo de técnicas de establecimiento, mantenimiento o eliminación de conductas".
Ello supone que el comportamiento humano (sea de tipo cognitivo-lingüístico, emotivo-motivacional o motor-sensorial) es susceptible de describirse legalmente, y que sus operaciones de evaluación, diagnóstico y tratamiento de problemas acuden al manejo tentativo de dichas regularidades.
A menudo se identifica la ingeniería conductual con el rótulo de Análisis de Conducta Aplicado, conjunto de acciones mediante las cuales el psicólogo aplica en diferentes contextos, y para solucionar problemas socialmente relevantes desde los conocimientos aportados por el análisis experimental del comportamiento.
·         HISTORIA
Los estudios darwinianos sobre la evolución de las especies y los de la fisiología experimental de fines del siglo XIX, auspiciaron, junto con la filosofía materialista, la aparición de formas de pensamiento más avanzado con respecto a las ciencias humanas.
En 1879, Wundt creó el primer laboratorio de psicología científica. Mediante la instropección, y un estudio histórico, logró crear una base a partir de la cual abordar la psicología desde un punto de vista conductual. Hay que destacar que Wundt no pertenece a la escuela conductista, por ser anterior a esta.
Comenzando el siglo XX, Watson proclamó la conducta observable como el objeto de estudio de la psicología, más específicamente las conexiones entre los estímulos y respuestas que dan lugar al comportamiento. Sus acercamientos estaban influenciados principalmente por el trabajo del fisiólogo ruso Iván Pávlov.

Con el tiempo, surgieron dos grandes tipos de variantes conductuales que complejizaron el enfoque: una radical y una metodológica o mediacional. La primera de ellas (desarrollada por B. F. Skinner) se centró en las relaciones funcionales que establecen los organismos con su ambiente en relación con la ley del efecto, es decir, en la manera como las consecuencias de lo que hacemos regula la emisión de la conducta futura (conducta operante). La segunda (desarrollada por Hull y Tolman entre otros), sobre la base de los reflejos condicionados introdujo un factor (o variable) interviniente que podía ser neurofisiológica o mental, según el caso.
A mediados de los años cincuenta, las deserciones y reacomodaciones de influyentes conductistas como G. A. Miller, J. Bruner y C. Pribram, y, entre otras cosas, la apertura de Ch. Osgood a la psicolingüística, produjeron una grave escisión que culminó en el desgaje de la llamada psicología cognitiva, lo que se agudizó con la crítica del lingüista Noam Chomsky al libro Conducta verbal de Skinner (una réplica de K. MacCorquodale a Chomsky desvirtúa dicha crítica).
A partir de allí adversarios y neófitos comenzaron a hablar de una "crisis" del conductismo y su supuesto reemplazo como "paradigma dominante" dentro de la psicología. Sin embargo, paradójicamente, es en las décadas de los 60's y los 70' en que eclosionan gran cantidad de técnicas y trabajos aplicativos en los rubros de terapia y modificación de conducta, ambos agrupables dentro de la categoría de "ingeniería conductual" debido al entroncamiento entre las tecnologías de control por el estímulo (de base respondiente) y de administración de contingencias (de base operante). Ya en los 80's hay una eclosión aún más impresionante de técnicas que, bajo el membrete de conductuales, conductual-cognitivas, cognitivo-conductuales y contextuales, se hacen indispensables para trabajar problemas diversos.
Paralelamente, han emergido gran cantidad de variantes teóricas conductuales que hasta el presente siguen en vigencia abordando el comportamiento complejo, el lenguaje y la personalidad de diversas maneras, ciñéndose a coordenadas científicas.
Resumiendo, sobre la base de los estudios de Ivan Pavlov (reflejos  condicionados) y Thorndike (ley del efecto), John B. Watson es el fundador del conductismo, continuando en la siguiente generación B.F. Skinner (conductismo operante), J. R. Kantor (interconductismo), Clark Hull y Edward C. Tolman (conductismo mediacional), actualmente se destacan E. Ribes y Josep Roca i Balasch (conductismo de campo), A. W. Staats (conductismo psicológico), S. C. Hayes (teoría de marcos relacionales), H. Rachlin (conductismo teleológico) y J. Staddon (conductismo teórico) dentro del conductismo radical; H. J. Eysenck y J. Wolpe (enfoques E-R) dentro del conductismo metodológico; así como A. Ellis, Aaron Beck (enfoque cognitivo conductual), Arnold A. Lazarus (enfoque multimodal) y A. Bandura (enfoque sociocognitivo) dentro del conductismo E-O-R.

·         APLICACIONES
Los trabajos de investigación sobre los principios del aprendizaje son el marco de referencia sobre el cual se han desarrollado múltiples tecnologías de ingeniería del comportamiento, como la Terapia de Conducta, la Modificación de conducta, el Análisis Conductual Aplicado, e inclusive algunas formas heterodoxas que incorporan otras nociones teóricas y filosóficas (las terapias conductual-cognitivas y las cognitivo-conductuales).
Gracias a ellas resulta posible el tratamiento de una inmensa variedad de problemas en los campos clínico, educativo, comunitario y organizacional, la salud, el deporte, las emergencias, la gerontología y la psicopatología, entre otros, con unos índices de eficacia razonablemente altos. Cabe destacar que los sujetos de intervención pueden ser tanto individuos y parejas, como grupos sociales y familiares.
Entre las numerosas técnicas disponibles se encuentran las de manejo contingencial y exposición en vivo (p. ej. reforzamiento positivo, moldeamiento, extinción, castigo positivo y negativo, desbordamiento, economía de fichas, etc.), las de exposición en fantasía (reforzamiento encubierto, inoculación del estrés, desensibilización sistemática y otras), las de entrenamiento en autorregulación de competencias (autocontrol, manejo de la ansiedad, habilidades sociales, etc.), y de reestructuración racional (p. ej. solución de conflictos, aceptación y compromiso, entrenamiento autoinstruccional, etc.). Es de notar que las técnicas más complejas -en las que suelen intervenir el lenguaje y los llamados repertorios "cognitivos"- incluyen los procedimientos empleados por las más simples.
Desde hace tiempo la División de Psicología Clínica de la APA (Asociación Psicológica Americana) ha evaluado la eficacia de los tratamientos psicológicos. En estos estudios se ve una gran predominancia de las técnicas conductuales en las guías de tratamientos empíricamente validados.



REFERENCIAS.

Gross, R. (2005). Psicología: La ciencia de la mente y la conducta. México: Manual Moderno. P.p. 725-742.
Coon, D. (2009). Fundamentos de Psicología. México: Leange Learning. P.p. 257-271.
Campos, L. (1973) Diccionario de psicología del aprendizaje. México: Editorial Ciencia de la Conducta.
Kantor, J. (1963/1991). La evolución científica de la psicología. México: Trillas.
Skinner, B. (1974/1977). Sobre el conductismo. Barcelona: Fontanella.
Watson, J. (1878/1958). El conductismo. Buenos Aires: Paidós.